Según una encuesta
realizada en el 2010, a nivel mundial, por la revista Times y la CNN, el mayor
porcentaje de personas (32%) se vuelve vegetariano por temas de salud. Seguido
de un 21 % por derechos y amor a los animales, un 15 % por la presencia de
aditivos y hormonas en las carnes, un 13 % por rechazo al sabor de la carne, un
6 % por razones religiosas y un 4 % por preocupación hacia el planeta.
Precisamente por el
tema de la salud es que, en algunos casos, puede ser complicado el adecuarse a
este nuevo régimen. Ser vegetariano implica todo un proceso de adaptación, el
cual debe ser guiado, de preferencia, por un nutricionista o un médico. Existe
toda una discusión permanente, desde hace unos años, sobre si es bueno o no
para la salud introducirse en este régimen y permanecer en él.
Según la nutricionista
Aida Álvarez, una alimentación mixta y balanceada es lo más recomendable para
una buena salud. Sostiene que existen un grupo de ácidos grasos que sólo se
pueden encontrar en los alimentos de origen animal y que son esenciales para el
funcionamiento óptimo del cuerpo.
Explica que el cuerpo,
por motivos biológicos, sólo absorbe entre un 30-40% de las proteínas de origen
vegetal, mientras que entre un 70-80% de las proteínas de origen animal. Por
tanto, un vegetariano debe comer casi el doble para poder llegar al mismo nivel
de proteínas absorbidas y que el organismo requiere.
“No todos los cuerpos
tienen el mismo metabolismo”, sustenta enfáticamente. Por ello cree que no
todas las personas están en condiciones de adoptar un régimen vegetariano. Ello
lo ve reflejado en algunos de sus pacientes. Dice que el 60 % de sus pacientes
vegetarianos, presentan problemas de salud, principalmente anémicos.
Por otro lado, el
también nutricionista Julio Serrano opina de una manera distinta. Cree que una
dieta estrictamente vegetariana aporta todos los nutrientes necesarios para el
buen desarrollo y funcionamiento del cuerpo. Desde su experiencia personal de
más de treinta años, señala que, al contrario de traerle problemas de salud,
esta le ha mejorado considerablemente. Aquí nos explica brevemente los
beneficios de este tipo de alimentación:
Ø Es
completa, pues en ella abundan las albúminas, los hidratos de carbono, las
grasas, las sales minerales, las vitaminas y el agua.
Ø No
produce putrefacciones en el intestino, con lo que evita esa importantísima
causa de infecciones y toxemia.
Ø Es
alimentación de fuerza y resistencia, por su abundancia en hidratos de carbono
(combustible muscular).
Ø Deja
descanso suficiente a las vísceras, puesto que no las somete al exagerado
trabajo de neutralización toxica, a que las obliga la ingestión de productos
animales.
Ø Evita
el sacrificio doloroso e innecesario de animales. La alimentación vegetariana
es la base física del pensamiento puro, del dominio pasional y de la caridad de
espíritu.
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