lunes, 8 de julio de 2013

EL PLACER SIN LA CARNE


A Ana la han invitado a una reunión en casa de Manuel, un amigo de la universidad. Se la está pasando de maravilla hasta que es la hora de comer y le ofrecen carne de la parrilla. Ana la rechaza muy educadamente y se excusa afirmando que es vegetariana. Las risas estallan al unísono y alguien grita: ¡Aquí hay grama que puedes comer! Ella se ríe disimulando su enojo mientras piensa “¡qué ignorancia la de esta gente!”. Y no sólo Ana ha pasado por estas situaciones incómodas, cada vez son más las personas que han decidido adoptar esta dieta y que son totalmente incomprendidas por la sociedad.

Es mucho más que una tendencia actual, es una cultura y una forma de vida que se remonta a la antigüedad, donde hay referencias concretas de los beneficios físicos y espirituales del vegetarianismo, nos referimos a los escritos más antiguos de la humanidad, como los referentes a la Medicina Tradicional China (más de 3000 a.C.), o a la Medicina Tradicional Ayurveda (más de 3000 a.C.), como así también a las referencias que podemos hallar en La Biblia (antiguo y nuevo testamento), y en otros libros sagrados de la humanidad, y no olvidemos la gran lista de personajes celebres de todas las épocas que han sido vegetarianos amantes de lo natural y que lo han difundido en sus tiempos.


Recién en el siglo pasado el movimiento se empezó a organizar en occidente, y en 1889 se fundó la Unión Vegetariana Federal con el fin de unir a las sociedades vegetarianas de todas las partes del mundo. El primer Congreso Mundial Vegetariano fue celebrado en Chicago, EE.UU., en 1893 al que siguieron otros en Londres, Inglaterra, en 1897, 1901 y 1905. Como resultado de las discusiones entre ciertos individuos y sociedades, la Unión Federal Vegetariana, (en 1908 y durante un congreso celebrado en Dresde, Alemania), fue sustituida por la Unión Vegetariana Internacional, la que hoy engloba a todas las asociaciones vegetarianas del mundo.

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