Si alguien decide
volverse vegetariano por el motivo que fuere, es recomendable hacerlo poco a
poco y bajo supervisión de un nutricionista. Es indispensable que él controle todo,
porque si una persona está embarazada, en período de lactancia, si es
deportista, si gasta mucha energía o está todavía en crecimiento o desarrollo,
necesita aumentar su consumo de nutrientes.
Es importante saber que
la dieta no debe cambiarse de un día para otro, debe ser gradualmente, para que
el cuerpo se vaya acostumbrando y tenga tiempo para adaptarse. Se puede empezar
remplazando la carne dos o tres veces por semanas por vegetales y granos, y así
ir reduciendo cada vez más el consumo de esta.
El médico naturista
Julio Serrano, explica: "los estudios han mostrado que no tiene por qué
haber ninguna deficiencia al ser vegetariano, sino todo lo contrario, muchas
ventajas si está bien planeada”. Por ende, una correcta dieta vegetariana debe
aportar las calorías necesarias que el cuerpo necesita y ser muy variada en
vegetales. Si esta no es así, los nutriólogos aseguran que puede ocasionar
problemas proteicos, falta de vitamina B12 o anemia, igual que una dieta
omnívora mal llevada.
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